Telmont Vinothèque 1996

La historia de la familia Lhôpital se remonta a principios del siglo XX, cuando Henri Lhôpital decidió crear su propia casa de Champagne. Viticultor apasionado y visionario, adquirió viñedos en el Valle de la Marne y se lanzó a la producción de Champagnes excepcionales. La calidad y autenticidad de las cuvées de Telmont pronto atrajeron la atención de los conocedores de Champagne, y la empresa ganó reconocimiento.

A través de las generaciones, la familia Lhôpital ha transmitido su saber hacer y su herencia vitivinícola, manteniéndose fiel a los valores de tradición, respeto por el terruño e innovación. Hoy en día, la casa sigue siendo dirigida por la familia, que continúa la herencia familiar y el compromiso con la excelencia. 

El terruño del Vallée de la Marne es una baza importante para la calidad de los Champagnes Telmont. Los viñedos cubren casi 36 hectáreas, situadas principalmente en pueblos clasificados como denominación Premier Cru, como Damery, Boursault y Verneuil. El terruño de Vallée de la Marne se caracteriza por sus suelos arcillo-calcáreos, que confieren a las uvas una madurez óptima y un frescor característico. 

La casa Telmont presta especial atención a la preservación del medio ambiente y a la salud de los suelos. Favorece una viticultura razonada, utilizando prácticas respetuosas con la naturaleza y evitando el uso de productos químicos de síntesis.

Las uvas se vendimian a mano, lo que permite una cuidadosa selección de los racimos más maduros y sanos, garantizando la calidad superior de las uvas.

La vinificación en Telmont es un proceso meticuloso, donde tradición y modernidad se dan la mano. Las uvas se prensan suavemente y los zumos se vinifican en cubas de acero inoxidable para preservar la pureza de los aromas y la frescura de la fruta. Una parte de los vinos se somete a fermentación maloláctica para aportar una textura cremosa y una complejidad adicional a los vinos base. 

El envejecimiento de los Champagnes Telmont se realiza principalmente en cubas de acero inoxidable, y una parte de los vinos base se envejece en barricas de roble, ofreciendo una amplia gama de aromas y una textura sedosa a los Champagnes. Los vinos base envejecen sobre lías durante un largo periodo, lo que les confiere una gran complejidad y finura.

Los Champagnes se distinguen por su elegancia, frescura y expresión del terruño de Champagne. Ofrecen una paleta aromática compleja, que va de la fruta fresca a las notas de brioche, con matices florales y especiados. En boca, los Champagnes son equilibrados, con una efervescencia delicada y un final persistente, testimonio de su gran calidad.

Los Champagnes se distinguen por su elegancia, su frescura y su expresión del terruño de Champagne